Hola
a tod@s!! Esta entrada va dirigida al desarrollo de una de mis últimas salidas,
la acampada en Vasaín!!!
VALSAÍN
Valsaín
está ubicado en la vertiente segoviana de la sierra de Guadarrama, a 75 km de Madrid y a 14 de
Segovia, en un área de bosque a tres kilómetros del municipio de la Granja de
San Ildefonso. La provincia de Segovia, con cerca de 7000 km2, está situada en
la meseta Norte, al pie del sistema central. En ella se puede distinguir dos
zonas: la zona de la meseta y la zona de la sierra, donde está Valsaín. Uno de
los valles que forma la sierra es el del río Eresma en cuyo espeso bosque de
pinos se encuentra este pueblecito: “Valsaín”.
Actualmente,
entre los restos de Valsaín destaca la Torre Nueva y un pequeño conjunto de
ruinas, sobre las que la gente del pueblo ha ido construyendo sus casas.
El
pinar esconde rincones privilegiados como La Boca del Asno o el monumento
megalítico de La Cueva del Monje, EL Lago de Peñalara, El Diente del Diablo, EL
Picacho de la Muerte, y El Arroyo de los Baños de Diana. Todos estos lugares y
otros muchos más llevan consigo unas leyendas que las abuelas cuentan a sus
nietos para no perder la tradición.
Esta
actividad la realicé con la asignatura de actividades físico-deportivas en el
medio natural y ... estuvo genial!!!
Nos
pusimos en marcha, desde la UAM, a eso de las 15:30, llegando al albergue alrededor de las 17
y nos dirigimos a los jardines de San Ildefonso, donde por grupos tuvimos que
completar diferentes pruebas como, por ejemplo, encontrar diferentes fuentes, contar
los pasos del laberinto, encontrar el sitio más recóndito, contar una historia
en base a aspectos históricos encontrados…
JARDINES SAN ILDEFONSO
Los jardines son uno de los mejores ejemplos que hoy se
conservan de los jardines del siglo XVIII, realizado por el arquitecto francés
René Carlier; está formado con parterres y bosquetes delimitados con paredes de
vegetación formadas con carpe, y alineaciones de árboles, en especial tilos y
castaños de Indias. En el siglo XIX se introdujeron nuevas especies, sobre todo
coníferas como las monumentales secuoyas, plantadas ante la Real Colegiata, en
los jardines del Medio Punto. Estatuas de mármol blanco, y jarrones del siglo
XVIII, decoran los parterres y avenidas del jardín en La Granja de San
Ildefonso (Segovia, Castilla y León), completadas con grandiosas esculturas en
las fuentes, en plomo pintado imitando bronce.
A
continuación, nos fuimos a investigar sobre el pueblo de San Ildefonso hablando
con sus habitantes, muy simpáticos todos ellos!!!
Al
anochecer, realizamos una ruta nocturna de unos 8 km en la que pudimos
contemplar la naturaleza en la noche, empapándonos de su tranquilidad y su aire
puro bajo la luna, además de diferentes trincheras y restos de la Guerra Civil,
algo increíble!! Cenamos en un punto del cerro del puerco, donde pudimos
reponer fuezas para la bajada.
FORTIFICACIONES CERRO DEL PUERCO
Las
fortificaciones se construyeron en 1937 y 1938, durante la Guerra Civil
Española, y pertenecen al bando sublevado.El Cerro del Puerco aún no se había
fortificado cuando el 30 de mayo de 1937 se desarrolló en él parte de la
batalla de La Granja, en la que participaron por parte republicana la 14ª
Brigada Internacional y por parte franquista una centuria de Falange y una
compañía de fusiles, además de otras tropas en la zona de Valsaín y de La
Granja.
Esta
cruenta batalla no modificó casi nada las posiciones de los dos bandos y el
cerro continuó en manos de los nacionales. Después de estos combates el cerro
se configuró como el punto principal del sistema de fortificaciones nacional en
esta parte de la sierra.
Este
conjunto de fortificaciones tiene una extensión notable y muestra muy buenos
ejemplos de arquitectura bélica del siglo XX. Consta de varias partes. La
primera, poco antes de llegar a la cima del cerro, es un muro o parapeto con
troneras, que se conserva muy bien y que es uno de los mejores de la sierra de
Guadarrama.
Tiene
30 metros
de longitud, algo más de dos de altura y en algunos puntos su espesor es de un
metro. Presenta numerosas troneras muy bien acabadas, algunas de ellas con las
señales de las maderas del encofrado. Las piedras de las cubiertas del
camuflaje aún se conservan en la parte superior. Adosado interiormente al
parapeto hay un pequeño fortín de hormigón, sin techo y con muros de casi un
metro de espesor. En lo alto del cerro hay numerosas trincheras. Unos 100 m . al oeste, bajando un
poco por el cerro, los restos son muy buenos y numerosos. Destaca sobre todo un
muro-parapeto doble, construido con mampostería de mortero de hormigón en su
parte exterior, y con piedra en seco el muro interior.
Aunque
hay tramos derruidos, otros muchos se conservan muy bien y alguno se ha
restaurado. Esta ladera oeste del cerro, que se asoma al valle de Valsaín y desde
la que se divisan los Siete Picos, también presenta tres trincheras elevadas y
casi paralelas, además de dos fortines cuadrados de hormigón.
Continuando
el rodeo del cerro, en su parte sureste se levanta otro magnífico parapeto con
troneras, muy bien construido y conservado, con el interés añadido de que tiene
varias inscripciones originales en las piedras. Muy cerca de este muro, al otro
lado de un camino, se encuentran unos bloques de hormigón caídos que son los
restos desmoronados del que fue el fortín más grande de esta zona. Era cuadrado
y medía casi seis metros de lado.
En
el lado este del cerro, y dispersos por toda la zona, hay restos menos
relevantes de otro fortín, trincheras, parapetos, casas de bóveda sin techo y
otras edificaciones menores. Se conservan muy bien el parapeto de 30 metros que hay poco
antes de llegar a lo alto del cerro y el parapeto con inscripciones en la parte
sureste del mismo.
Están
restaurados y en buen estado los muros-parapetos de la ladera oeste y algunas
trincheras. Es ruinoso el estado de los fortines cuadrados, de parte de los
parapetos y de las trincheras de la cima del cerro.
Al
acabar la ruta llegamos al albergue donde dormimos hasta la mañana siguiente en
la que, a pesar de la niebla y las bajas temperaturas, empezamos disfrutando con
una orientación en la parte alta o baja del río, dependiendo del grupo. Esa
orientación tras pasar por multitud de momentos y paisajes, como el tener que
atravesar un río, andar por medio de plantaciones de judiones y de granjas, pasear
por las orillas del embalse ..., la acabamos en el embalse del Pontón Alto en
el que realizamos piragua, actividad entretenida y en la que, a pesar de pasar
un poquito de frío, aprendimos bastante y pudimos disfrutar de un par de horas
de piragua.
Seguidamente, seguimos con algo que a mí personalmente me encanta un paseo en bici por la montaña!!! Pudimos disfrutar de unas bicicletas motorizadas con las que pudimos ayudarnos en los tramos más duros. Las vistas fueron muy buenas y las sensaciones aún mejores.
Por último
recogimos el albergue en el que nos hospedamos, comimos, reflexionamos y
partimos de vuelta para Madrid.
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